Cefalea infantil: causas comunes y cuándo consultar al neuropediatra
El dolor de cabeza o cefalea es un motivo de consulta frecuente en pediatría y neuropediatría. Aunque en la gran mayoría de los casos la causa que subyace a la cefalea no es grave, es importante conocer las causas más comunes, cuando consultar y como aliviar el malestar de los más pequeños.
Globalmente, entre un 75-90% de niños/as sufren a lo largo del periodo infantil algún episodio de cefalea. Aproximadamente, un 20% de los/as niños/as y adolescentes entre 4 y 18 años indican haber tenido episodios de cefalea frecuentes o severos en el año previo. Se estima que no menos de un 5-10% de niños/as sufren migraña (1).
¿Por qué los niños pueden tener cefalea?
Las causas de cefalea o dolor de cabeza en niños pueden ser muy variadas pero las más frecuentes son (1,2):
Cefalea tensional: la cefalea tensional es la causa más común de dolor de cabeza en niños. Generalmente se relaciona con estrés, fatiga, mala postura cervical o abuso en el uso de pantallas. Normalmente se presenta como un dolor de cabeza leve/moderado de tipo opresivo en ambos lados de la cabeza.
Migraña: La migraña se manifiesta como un dolor moderado/intenso de características pulsátiles, generalmente en un lado de la cabeza (aunque en niños el dolor de cabeza es frecuente que en ambos lados de la cabeza) y puede acompañarse de sensación de mareo, náuseas, vómitos o sensibilidad a la luz o los sonidos. En ocasiones la persona puede notar una sensación (aura) previa que puede variar entre visión borrosa, destellos de luz o parálisis de una mitad del cuerpo.
Infecciones: la fiebre, resfriados, sinusitis o infecciones del oído pueden causar un dolor de cabeza.
Problemas de visión: un defecto visual no corregido (miopía, hipermetropía, astigmatismo, ambliopía…) puede general un dolor de cabeza o cefalea, sobre todo al final del día.
Otros trastornos como la deshidratación, por no beber suficiente líquido o por pérdidas excesivas como vómitos o diarrea o la hipoglucemia por escasa ingesta de alimentos pueden generar o desencadenar dolor de cabeza o cefalea.
¿Cuándo consultar al médico?
Aunque, como hemos dicho, la mayoría de las veces las cefaleas en los/as niños/as no son graves es importante acudir a un especialista si:
El dolor es muy intenso o no mejora con analgésicos.
Se presenta con vómitos sin nauseas previas, sobre todo al inicio de la mañana.
El dolor de cabeza aparece de madrugada o despierta al niño/a por la noche.
El dolor de cabeza se acompaña de fiebre persistente, rigidez en el cuello o cambios persistentes en la visión.
Existe una pérdida de fuerza, dificultad para hablar o alteraciones en la conciencia.
El dolor de cabeza se vuelve más frecuente cada vez o cambia de patrón.
El dolor de cabeza influye en la calidad de vida del niño/a, le impide ir a clase o realizar sus actividades o su rendimiento académico baja a causa del dolor.
¿Cómo se diagnostica la cefalea?
El diagnóstico de la cefalea es clínico, la anamnesis (entrevista clínica) dirigida y la exploración física orientada son claves en el diagnostico de la cefalea así como la diferenciación entre cefalea primaria (cefalea tensional o migraña) o secundaria a otro proceso (1,3).
¿Cómo aliviar el dolor de cabeza o cefalea?
Descanso en un ambiente tranquilo y sin ruidos, por ejemplo, acostado en la cama a oscuras.
Mantener un estado de hidratación adecuado, beber agua puede mejorar una cefalea leve asociada a deshidratación o fatiga.
Evitar luces intensas o pantallas.
Si existe tensión en los músculos del cuello se puede aliviar con estiramientos o masajes.
Una adecuada higiene de sueño es importante y puede prevenir recurrencias de cefalea primaria.
Analgésicos adecuados: en casos en los que no mejore con las técnicas descritas previamente son necesarios analgésicos como el paracetamol o ibuprofeno, o algunos más específicos, siempre bajo indicación médica.
Recuerda:
La cefalea (o dolor de cabeza) en los/as niños/as son comunes y, en la mayoría de los casos, no son motivo de alarma. Sin embargo, es importante estar alerta a los signos de alarma y consultar con un especialista para que realice una buena anamnesis y exploración física para filiar bien el origen de la cefalea. Un estilo de vida saludable, con buena alimentación e hidratación, disminución del uso de pantallas, descanso y manejo del estrés puede ayudar a prevenir muchos episodios de cefalea.
Mario Urbano Martín, neuropediatra.
BibliografíA
1. Candela R. Cefalea en el niño. Pediatría Integral (España). 2011;15(9):868-875.
2. Mesa L. Cefalea en el niño. Revista chilena de pediatría. 2000;71(1):52-57.
3. García-Huerta LG, Murillo-Bonilla LM, González-Cruz M, Sánchez-Cruz MA, Uribe-Gonzalez RP, Guerrero-Godinez JM. Actualización en el diagnóstico y tratamiento de las principales cefaleas primarias en el niño. Revista de Medicina Clínica. 2017;1(1):18-29.